Los trastornos de personalidad son alteraciones que puede sufrir cualquier persona y que se deben detectar a tiempo para elegir la terapia más adecuada en cada caso. Te explicamos cuáles son los más frecuentes y cómo reconocerlos.
¿Qué son los trastornos de la personalidad?
Son aquellas modificaciones que provocan que pienses y te comportes de una forma concreta. Los primeros síntomas pasan por entender las situaciones habituales de forma distinta y también por no relacionarte bien con el resto de personas. Progresivamente, irás notando que cada vez es más complicado realizar una actividad social, adaptarte a tu trabajo o aprobar las asignaturas correspondientes.
Tres trastornos que debes conocer
Hemos seleccionado tres de los 10 trastornos que se dan con mayor frecuencia entre la población adulta.
Trastorno límite de la personalidad
El trastorno limite de la personalidad o TLP se caracteriza por una alteración en el comportamiento que conlleva:
- Una conducta de riesgo e impulsiva. Puede derivar en tener relaciones sexuales sin protección, en alteraciones a la hora de comer o en otras psicopatías como la ludopatía.
- La fragilidad de la imagen personal.
- No poder mantener una relación personal en el tiempo.
- Sufrir cambios repentinos de ánimo para combatir el estrés.
- Amenazar con el suicidio o llegar a autolesionarse.
- Tener un enorme temor a sentirse abandonado/a.
- Comprobar que ningún tipo de actividad resulta satisfactoria.
- Experimentar ataques de ira frecuentemente.
- Llegar a la paranoia provocada por la ansiedad o el estrés.
De tener este tipo de síntomas, es recomendable ponerse en manos de un psiquiatra para que diseñe la terapia y el tratamiento correspondientes.
Trastorno disociativo
El trastorno disociativo es uno de los más complejos al presentarse como una falta de conexión entre la realidad y lo que la persona piensa que está experimentando. Lo habitual es que aparezca como resultado de un trauma anterior. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- La amnesia de algunas situaciones, periodos o datos personales.
- Sentir que las emociones y experiencias que tienes no están relacionadas contigo.
- Pensar que lo que te rodea, incluyendo a las personas, es irreal.
- No tener claro quién eres en realidad.
- Sufrir un enorme estrés a la hora de afrontar la jornada laboral, las relaciones con otras personas y otras situaciones que te sacan de tu zona de confort.
- Padecer ansiedad, tendencias suicidas y/o depresión.
Además, hay tres consecuencias directas de este trastorno que pueden provocar el empeoramiento de la estabilidad mental:
- La amnesia disociativa. La reconocerás porque no puedes recordar los momentos más traumáticos de tu vida. Esta alteración puede durar unas horas y se presenta de repente. Incluso podrías llegar a la fuga disociativa que implica confusión o deambulación para alejarte de la situación que te provoca el estrés.
- El trastorno de identidad disociativo te provoca que tengas varias identidades y que modules tu voz y tu apariencia dependiendo de cada una de ellas.
- La desrealización o despersonalización genera una sensación de distancia con tu vida o bien de ver lo que te rodea de forma borrosa o irreal. Ambos síntomas te generan una angustia enorme que podría durar más o menos tiempo.
Trastorno histriónico de la personalidad
Suele comenzar a finales de la adolescencia o en torno a los 20 años de edad. Se estima que lo ocurrido en la infancia, o la genética, son las causas que lo provocan. Consiste en actuar de forma dramática para llamar la atención de las personas que te rodean.
Te aconsejamos que busques siempre ayuda profesional para superar los trastornos de personalidad que pudieras padecer. Las terapias son de gran ayuda y permiten que alcances el objetivo de recuperar tu vida progresivamente.