Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) suponen siempre un grave problema para la salud de quien los padece. Por ello, repasamos todas sus características y síntomas para que te sea más fácil detectarlos a tiempo.
¿Qué son los trastornos alimentarios?
Se entiende por trastornos alimentario los relacionados con una alteración severa de la forma de comer. Suelen ser más frecuentes en jóvenes, adolescentes y mujeres. Podrían estar originados por la personalidad y siempre están relacionados con una distorsión de la imagen corporal. Provocan un patrón de comportamiento que puede terminar convirtiéndose en una de las enfermedades que describimos seguidamente.
Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosas supone la reducción o restricción de la ingesta de alimentos. La consecuencia directa es una pérdida de peso que complica el estado de salud. Se considera un trastorno mental, ya que quien la padece no llega a entender el peligro que corre. Tiene dos variantes.
- La restrictiva implica que el ayuno se prolongue durante horas y días. Se suele combinar con la práctica continuada de ejercicio físico.
- Las purgas y los atracones. Es frecuente que la persona se dé un atracón y que luego se provoque el vómito o emplee enemas y/o diuréticos para intentar perder peso lo antes posible.
Bulimia nerviosa
Es uno de los trastornos alimentarios más frecuentes. Su síntoma principal es comer de forma exagerada durante un periodo aproximado de dos horas. Mientras se está comiendo se pierde la capacidad de entender lo que sucede. Posteriormente, aparece el sentimiento de culpabilidad y la necesidad de tener que expulsar, lo antes posible, la comida ingerida. Es habitual que el paciente se provoque el vómito, haga ejercicio o recurra a medicamentos para conseguir este objetivo.
Trastorno por atracones
Se ha convertido en uno de los trastornos de alimentación más importantes. Quien lo experimenta come de forma desmesurada durante horas incluso sin tener hambre. Cuando termina el atracón, aparecen el sentimiento de culpabilidad y la depresión. En este caso, no se lleva a cabo ninguna acción para expulsar la comida ingerida.
Trastorno restrictivo o evitativo
Se identifica fácilmente al consistir en la simple ausencia de interés por la comida. También es posible que la evitación esté relacionada con el miedo al atragantamiento e, incluso, que se observe cierta repulsión hacia todo lo relacionado con la comida.
Progresivamente, la pérdida de peso aumenta y se puede recurrir al uso de suplementos nutricionales. En ningún momento existe una preocupación por la imagen personal, ya que quien la experimenta tiene claro qué es lo que está sucediendo. Es habitual que se vea alterada la capacidad para relacionarse con otras personas.
TCA y su tratamiento
Es importante recordar que los casos de anorexia nerviosa afectan a en torno a un 4 % de la población. Los de bulimia, en torno a un 3 %; el trastorno por atracones, a un 2 %; y el trastorno restrictivo, a un 4 % aproximadamente, con el detalle importante de que los niños son quienes más lo experimentan.
Resulta imprescindible que observes, tanto en primera persona como en tus hijos o familiares, qué está sucediendo y por qué ha cambiado tu o su relación con la comida. Ponerse en manos de un profesional es siempre garantía de saber cuál es la causa y de comenzar una terapia que corrija el trastorno. La psicoterapia (para tratar la depresión o la ansiedad), los grupos de apoyo y una propuesta de dieta más saludable son las claves para alcanzar antes el objetivo final.
Los trastornos de la conducta alimentaria pueden superarse con la ayuda de la familia y de buenos profesionales. Si tú o alguien que te importa sufrís este tipo de afección, no dudéis en confiar únicamente en profesionales. En unos meses podrás recuperar poco a poco tu estado de salud y tu estabilidad mental.